Este Post contiene Versículos de la Biblia que hablan sobre el Agradecimiento a Dios. Textos Bíblicos de Nueva Versión Internacional NVI.
Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
Ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.
Dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.
Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo.
También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí.
Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque su fe se acrecienta cada vez más, y en cada uno de ustedes sigue abundando el amor hacia los otros.
En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos ustedes, pues en el mundo entero se habla bien de su fe.
Es justo que yo piense así de todos ustedes porque los llevo en el corazón; pues, ya sea que me encuentre preso o defendiendo y confirmando el evangelio, todos ustedes participan conmigo de la gracia que Dios me ha dado.
¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
¡Que todo lo que respira alabe al Señor!
Dicho esto, tomó pan y dio gracias a Dios delante de todos. Luego lo partió y comenzó a comer.
Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas.
Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento.
Todos daban gracias al Señor, y a una le cantaban esta alabanza: «Dios es bueno; su gran amor por Israel perdura para siempre». Y todo el pueblo alabó con grandes aclamaciones al Señor, porque se habían echado los cimientos del templo.
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.
¡Gracias a Dios por su don inefable!
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Con manos limpias e inocentes camino, Señor, en torno a tu altar, proclamando en voz alta tu alabanza y contando todas tus maravillas.
Cuán bueno, Señor, es darte gracias y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre.
A ti, Dios de mis padres, te alabo y te doy gracias. Me has dado sabiduría y poder, me has dado a conocer lo que te pedimos, ¡me has dado a conocer el sueño del rey!.
Si no hubiera estado conmigo el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, el Dios a quien Isaac temía, seguramente me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y anoche me hizo justicia.
Por eso, Dios nuestro, te damos gracias, y a tu glorioso nombre tributamos alabanzas.
Entonces quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista, dijo: Padre, te doy gracias porque me has escuchado.