26 Versículos de la Biblia sobre El Llamado

Versículos Bíblicos sobre El Lamado

El Llamado de Dios

Este Post contiene Versículos de la Biblia que hablan sobre El Llamado que Dios nos hace a nuestras vidas. Textos Bíblicos de Nueva Versión Internacional NVI.

Versículos Bíblicos sobre El Llamado de Dios

Mateo 4:18-20

Mientras caminaba junto al mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: uno era Simón, llamado Pedro, y el otro Andrés. Estaban echando la red al lago, pues eran pescadores. «Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres». Al instante dejaron las redes y lo siguieron. (Mateo 4:18-20)

Santiago 2:5

Escuchen, mis queridos hermanos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres según el mundo para que sean ricos en la fe y hereden el reino que prometió a quienes lo aman?. (Santiago 2:5)

Mateo 11:28-30

»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana». (Mateo 11:28-30)

1 Corintios 1:1

Pablo, llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, y nuestro hermano Sóstenes. (1 Corintios 1:1)

1 Corintios 7:22

Porque el que era esclavo cuando el Señor lo llamó es un liberto del Señor; del mismo modo, el que era libre cuando fue llamado es un esclavo de Cristo. (1 Corintios 7:22)

2 Pedro 1:3

Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda. (2 Pedro 1:3)

Colosenses 1:10-11

Para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios y ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder. Así perseverarán con paciencia en toda situación. (Colosenses 1:10-11)

Marcos 10:21

Jesús lo miró con amor y añadió: Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme. (Marcos 10:21)

Filipenses 3:14

Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:14)

Romanos 8:30

A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó. (Romanos 8:30)

Isaías 43:7

Trae a todo el que sea llamado por mi nombre, al que yo he creado para mi gloria, al que yo hice y formé. (Isaías 43:7)

Efesios 2:10

Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (Efesios 2:10)

Romanos 1:5-6

Por medio de él, y en honor a su nombre, recibimos el don apostólico para persuadir a todas las naciones que obedezcan a la fe. Entre ellas están incluidos también ustedes, a quienes Jesucristo ha llamado. (Romanos 1:5-6)

2 Tesalonicenses 2:13-14

Nosotros, en cambio, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque desde el principio Dios los escogió para ser salvos, mediante la obra santificadora del Espíritu y la fe que tienen en la verdad. Para esto Dios los llamó por nuestro evangelio, a fin de que tengan parte en la gloria de nuestro Señor Jesucristo. (2 Tesalonicenses 2:13-14)

Juan 15:16

No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. (Juan 15:16)

Mateo 4:21-22

Más adelante vio a otros dos hermanos: Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en una barca remendando las redes. Jesús los llamó, y dejaron en seguida la barca y a su padre, y lo siguieron. (Mateo 4:21-22)

Hechos 9:17-19

Ananías se fue y, cuando llegó a la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo». Al instante cayó de los ojos de Saulo algo como escamas, y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado; y, habiendo comido, recobró las fuerzas.Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco. (Hechos 9:17-19)

Génesis 12:1-2

El Señor le dijo a Abram: Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una bendición. (Génesis 12:1-2)

Hebreos 11:8

Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. (Hebreos 11:8)

Isaías 41:9

Te tomé de los confines de la tierra, te llamé de los rincones más remotos, y te dije: “Tú eres mi siervo”. Yo te escogí; no te rechacé. (Isaías 41:9)

Deuteronomio 7:7

El Señor se encariñó contigo y te eligió, aunque no eras el pueblo más numeroso, sino el más insignificante de todos. (Deuteronomio 7:7)

Isaías 45:22

Vuelvan a mí y sean salvos, todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay ningún otro. (Isaías 45:22)

1 Samuel 3:4-5

El Señor llamó a Samuel, y este respondió: —Aquí estoy. Y en seguida fue corriendo adonde estaba Elí, y le dijo: —Aquí estoy; ¿para qué me llamó usted?—Yo no te he llamado —respondió Elí—. Vuelve a acostarte. Y Samuel volvió a su cama. (1 Samuel 3:4-5)

1 Samuel 3:6-7

Pero una vez más el Señor lo llamó: —¡Samuel! Él se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: —Aquí estoy; ¿para qué me llamó usted? —Hijo mío —respondió Elí—, yo no te he llamado. Vuelve a acostarte. Samuel todavía no conocía al Señor, ni su palabra se le había revelado. (1 Samuel 3:6-7)

1 Samuel 3:8-9

Por tercera vez llamó el Señor a Samuel. Él se levantó y fue adonde estaba Elí. —Aquí estoy —le dijo—; ¿para qué me llamó usted? Entonces Elí se dio cuenta de que el Señor estaba llamando al muchacho. —Ve y acuéstate —le dijo Elí—. Si alguien vuelve a llamarte, dile: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”. Así que Samuel se fue y se acostó en su cama. (1 Samuel 3:8-9)

Apocalipsis 22:17

El Espíritu y la novia dicen: «¡Ven!»; y el que escuche diga: «¡Ven!» El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida. (Apocalipsis 22:17)

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