25 Versículos de la Biblia sobre Milagros
Los Milagros
Este post contieneVersículos de la Biblia sobre Milagros y Sanidades. Textos Bíblicos de Nueva Versión Internacional NVI.
Versículos Bíblicos de Milagros en la Biblia
Éxodo 7:20
Moisés y Aarón cumplieron las órdenes del Señor. En presencia del faraón y de sus funcionarios, Aarón levantó su vara y golpeó las aguas del Nilo. ¡Y toda el agua del río se convirtió en sangre!. (Éxodo 7:20)
Juan 2:9
El encargado del banquete probó el agua convertida en vino sin saber de dónde había salido, aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. (Juan 2:9)
Juan 4:46-47
Y volvió otra vez Jesús a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Capernaúm. Cuando este hombre se enteró de que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a su encuentro y le suplicó que bajara a sanar a su hijo, pues estaba a punto de morir. (Juan 4:46-47)
Mateo 8:3
Jesús extendió la mano y tocó al hombre. -Sí quiero -le dijo-. ¡Queda limpio! Y al instante quedó sano de la lepra. (Mateo 8:3)
Juan 5:5-6
Entre ellos se encontraba un hombre inválido que llevaba enfermo treinta y ocho años. Cuando Jesús lo vio allí, tirado en el suelo, y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó: ¿Quieres quedar sano?. (Juan 5:5-6)
Mateo 12:13
Entonces le dijo al hombre: Extiende la mano. Así que la extendió y le quedó restablecida, tan sana como la otra. (Mateo 12:13)
Marcos 1:41
Movido a compasión, Jesús extendió la mano y tocó al hombre, diciéndole: Sí, quiero. ¡Queda limpio!. (Marcos 1:41)
Mateo 9:18
Mientras él les decía esto, un dirigente judío llegó, se arrodilló delante de él y le dijo: Mi hija acaba de morir. Pero ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. (Mateo 9:18)
Mateo 9:20-21
En esto, una mujer que hacía doce años que padecía de hemorragias se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto. Pensaba: Si al menos logro tocar su manto, quedaré sana. (Mateo 9:20-21)
Mateo 20:30
Dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que pasaba Jesús, gritaron: ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!. (Mateo 20:30)
Marcos 7:33-35
Jesús lo apartó de la multitud para estar a solas con él, le puso los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Luego, mirando al cielo, suspiró profundamente y le dijo: «¡Efatá!» (que significa: ¡Ábrete!). Con esto, se le abrieron los oídos al hombre, se le destrabó la lengua y comenzó a hablar normalmente. (Marcos 7:33-35)
Juan 21:6
Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo. Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red. (Juan 21:6)
Lucas 13:11-12
Y estaba allí una mujer que por causa de un demonio llevaba dieciocho años enferma. Andaba encorvada y de ningún modo podía enderezarse. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad. (Lucas 13:11-12)
Juan 11:43-44
Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas: ¡Lázaro, sal fuera! El muerto salió, con vendas en las manos y en los pies, y el rostro cubierto con un sudario. Quítenle las vendas y dejen que se vaya -les dijo Jesús-. (Juan 11:43-44)
1 Samuel 12:18
Samuel invocó al Señor, y ese mismo día el Señor mandó truenos y lluvia. Todo el pueblo sintió un gran temor ante el Señor y ante Samuel. (1 Samuel 12:18)
Éxodo 14:21-22
Moisés extendió su brazo sobre el mar, y toda la noche el Señor envió sobre el mar un recio viento del este que lo hizo retroceder, convirtiéndolo en tierra seca. Las aguas del mar se dividieron, y los israelitas lo cruzaron sobre tierra seca. (Éxodo 14:21-22)
1 Reyes 18:38-39
En ese momento cayó el fuego del Señor y quemó el holocausto, la leña, las piedras y el suelo, y hasta lamió el agua de la zanja. Cuando vieron esto, todos se postraron y exclamaron: ¡El Señor es Dios! ¡El Señor es Dios!. (1 Reyes 18:38-39)
Éxodo 15:25
Moisés clamó al Señor, y él le mostró un pedazo de madera, el cual echó Moisés al agua, y al instante el agua se volvió dulce. (Éxodo 15:25)
Josué 10:12
Ese día en que el Señor entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué le dijo al Señor en presencia de todo el pueblo: Sol, detente en Gabaón, luna, párate sobre Ayalón. (Josué 10:12)
1 Reyes 13:4
Al oír la sentencia que el hombre de Dios pronunciaba contra el altar de Betel, el rey extendió el brazo desde el altar y dijo: ¡Agárrenlo! Pero el brazo que había extendido contra el hombre se le paralizó, de modo que no podía contraerlo. (1 Reyes 13:4)
2 Reyes 4:32-34
Cuando Eliseo llegó a la casa, encontró al niño muerto, tendido sobre su cama. Entró al cuarto, cerró la puerta y oró al Señor. Luego subió a la cama y se tendió sobre el niño boca a boca, ojos a ojos y manos a manos, hasta que el cuerpo del niño empezó a entrar en calor. (2 Reyes 4:32-34)
Números 17:8
Al día siguiente, Moisés entró en la Tienda del pacto y, al fijarse en la vara que representaba a la familia de Leví, vio que la vara de Aarón no solo había retoñado, sino que también tenía botones, flores y almendras. (Números 17:8)
1 Reyes 17:14
Porque así dice el Señor, Dios de Israel: “No se agotará la harina de la tinaja ni se acabará el aceite del jarro, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la tierra”. (1 Reyes 17:14)
Hechos 3:6-7
No tengo plata ni oro -declaró Pedro-, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda! Y tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza. (Hechos 3:6-7)
Hechos 9:40-41
Pedro hizo que todos salieran del cuarto; luego se puso de rodillas y oró. Volviéndose hacia la muerta, dijo: «Tabita, levántate». Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él, tomándola de la mano, la levantó. Luego llamó a los creyentes y a las viudas, a quienes la presentó viva. (Hechos 9:40-41)