Este post contiene Versículos de la Biblia de Ánimo para Mujeres. Textos Bíblicos de Nueva Versión Internacional NVI.
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10)
Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas. (Josué 1:9)
Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos -afirma el Señor-. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!. (Isaías 55:8-9)
Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel. (Salmos 37:3)
Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. (Salmos 37:4)
En el Todopoderoso te deleitarás; ante Dios levantarás tu rostro. (Job 22:26)
A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra. (Salmos 121:1-2)
El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. (Salmos 121:5)
El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. (Salmos 91:1)
El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre. (Salmos 121:8)
La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. (Juan 14:27)
Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. (Mateo 7:7)
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. (Jeremías 29:11)
No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti; toda lengua que te acuse será refutada. (Isaías 54:17)
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. (Salmos 46:1)
Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)
Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza. (Proverbios 31:30)
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7)
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (Romanos 8:37)
Porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo. (1 Juan 4:4)
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! ¡Tus ojos son dos palomas!. (Cantares 1:15)
Pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. (2 Corintios 12:9)
Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. (Isaías 40:29)
Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. (Isaías 40:31)
Fortalézcanse con el gran poder del Señor. (Efesios 6:10)
Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú las superas a todas. (Proverbios 31:29)
La mujer bondadosa se gana el respeto. (Proverbios 11:16)
Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. (Proverbios 3:5)
Confía siempre en él, pueblo mío; ábrele tu corazón cuando estés ante él. ¡Dios es nuestro refugio!. (Salmos 62:8)
Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré.
Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno. (Josué 1:5)
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (Efesios 2:10)
Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús. (Filipenses 1:6)
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. (Romanos 8:28)
¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia?. (Romanos 8:35)
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1 Pedro 2:9)
Con amor eterno te he amado. (Jeremías 31:3)
Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. (Juan 10:28)
Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. (Proverbios 4:23)
Vivimos por fe, no por vista. (2 Corintios 5:7)
He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. (Gálatas 2:20)
Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. (1 Juan 5:14)
Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos. (Hechos 16:31)
A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. (Salmos 73:25)
Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido.
Para el que cree, todo es posible. (Marcos 9:23)
Pero el Señor está conmigo como un guerrero poderoso. (Jeremías 20:11)
El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!. (Salmos 18:2)